Arte: Zona Maco vs Arco Madrid

POR EDGAR ALEJANDRO HERNÁNDEZ

Es un secreto a voces que el cambio de calendario de la feria Zona Maco —que este año pasó de abril a febrero— busca quitarle mercado y presencia a su competencia directa: Arco Madrid, que desde sus inicios en 1982 se había realizado durante el primer fin de semana de febrero. La fecha ahora corresponde al mercado de arte en la ciudad de México.

La noticia se dio a conocer hace un año y de inmediato generó reacciones en España. El director de Arco Madrid, Carlos Urroz, calificó la modificación del calendario como una «actitud claramente agresiva», mientras que en México los organizadores de Zona Maco le dieron la vuelta al tema argumentando que en abril competían con otras ferias de Estados Unidos y Sudamérica.

En los hechos, la confrontación entre la feria europea y la latinoamericana ha marcado claramente una ventaja hacia el encuentro mexicano. Arco Madrid cedió a la presión de Zona Maco y modificó su calendario hacia la penúltima semana de febrero (del 19 al 23), en un gesto de debilidad —que sus organizadores definieron como un espíritu de diálogo— empujado tanto por la competencia directa como por la crisis económica en España, que en los últimos años contrajo drásticamente su mercado local.

Independientemente al crecimiento de Zona Maco, la crisis de Arco Madrid lleva por lo menos una década gestándose. La razón: en 2002 la feria más grande del mundo, Art Basel, creó en Estados Unidos su filial Art Basel Miami, que acaparó a las principales galerías de arte latinoamericano que originalmente entraban a Europa a través de la feria española, cuando éstas alcanzaron un peso serio e importante en el mercado internacional.

A distancia, se puede ver que los costantes viajes de los directores de Art Basel (primero Samuel Keller y después Marc Splieger) a la capital del país para apoyar desde sus inicios a Zona Maco no solo afianzaba la presencia del proyecto mexicano en el mercado local. Su visita no era gratuita: Maco también consolidaba indirectamente la joven feria estadounidense, al mantener el mercado latinoamericano de este lado del Atlántico. Y los números han confirmado el éxito de dicha estrategia, Zona Maco 2014 recibirá alrededor de 20 galerías ibéricas, mientras que Arco Madrid sólo tendrá a un marchante mexicano (la Galería Arróniz).

Es importante tomar en cuenta el contexto internacional para entender cómo Zona Maco puede ahora competir, con cierta ventaja, con Arco Madrid. Si no fuera por la influencia externa es muy difícil que el proyecto mexicano hubiera podido sobrevivir a sus propias crisis. No hay que olvidar que Zona Maco es resultado de una serie de rupturas: en principio la feria nació en Monterrey —en 2002— impulsada por Zélika García (su actual directora) y Graciela Reyes, quienes arribaron en 2003 al WTC de la ciudad de México con un evento llamado Muestra 2. El proyecto no fructificó y Reyes se retiró para que García creara un año después la feria México Arte Contemporáneo (Maco), en sociedad con el promotor Enrique Rubio. En 2008, la feria (que para entonces se llamaba Femaco) vivió otro momento de crisis cuando García y Rubio entraron en un litigio por la organización del evento, que tras algunas denuncias penales y un poco de ruido mediático nuevamente dejó al frente del proyecto a Zélika García, ahora con la colaboración de Pablo del Val como director artístico del encuentro.

Texto publicado en la revista Código el 4 de febrero de 2014.