Respuesta de Magid a Zanco

Por Jill Magid

 Nueva York, 4 de mayo de 2017.

Estimado editor,

 

Aunque ha habido una gran discusión en torno a mi obra La propuesta y mi proyecto Los Archivos Barragán, considero importante aclarar algunos puntos planteados por Federica Zanco en la prensa nacional en México durante esta semana.

Previamente, quisiera señalar que soy una artista y que mi papel como tal es hacer preguntas. En el caso del proyecto Los Archivos Barragán, cuestiono cómo y quién decide respecto al acceso, manipulación y construcción del legado artístico. También cuestiono cuáles son las implicaciones para el legado de un artista cuando el acceso a su trabajo está restringido, ya sea físicamente y/o por medio de leyes impuestas para "protegerlo". A pesar de los desafíos que he encontrado, mi trabajo continúa planteando estos cuestionamientos.

 

 

Cuando empecé a investigar el legado de Luis Barragán, visité el sitio en internet de la Barragan Foundation para entender los protocolos de acceso al archivo profesional del arquitecto. En 2013, en dicho sitio se leía: "El Archivo de la Barragan Foundation se encuentra accesible principalmente para académicos e investigadores que trabajen en proyectos relacionados con la obra de Luis Barragán o temas estrechamente relacionados a ella. Si desea visitar el Archivo, es necesario hacer una cita con anticipación". Y continuaba, "Las solicitudes para acceder a la información o para visitar el Archivo deben dirigirse a la Barragan Foundation con una descripción por escrito del proyecto de investigación adjunta".

 

En aquel entonces, yo quería hacer una obra sobre el legado de Luis Barragán para la Feria de Art Basel. El 10 de enero de 2013, a través de Marc Battig de Art Basel, envié una solicitud al Archivo de la Barragan Foundation. En la carta, me presenté como artista, investigadora y graduada de la Escuela de Arquitectura del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Informé que estaría en Basilea del 4 al 9 de febrero y que quería organizar una visita para "meterme de lleno en la obra de Barragán... y estudiar de primera mano sus bocetos, modelos, fotografías, materiales de fuente e inspiración". (No hay instrumentos de búsqueda en el sitio web de la Barragan Foundation, por lo que no era posible ser más específica en cuanto a cómo se desarrollaría el proyecto.)

Expresé claramente que el proyecto que esperaba desarrollar sería sobre el legado de Barragán, con base en la investigación de documentos originales, y que se exhibiría en Art Basel Parcours, una sección curada de la Art Basel. En dos instancias distintas, solicité directamente poder visitar y tener acceso a la fundación para ver el archivo.

El 31 de enero de 2013 Federica Zanco respondió a Battig desde su cuenta personal de correo electrónico de Vitra, empresa suiza de muebles propiedad de su marido, Rolf Felhbaum, que supervisa a la Barragan Foundation.

Querido Marc, gracias por tu correo y tu interés en el trabajo de Luis Barragán. Me encantaría colaborar en un proyecto de este tipo. Por desgracia, por el momento estamos luchando por concretar una importante publicación sobre los archivos. Este es un proyecto complejo que nos ha tomado muchos años desarrollar y durante los próximos meses estaremos completamente imposibilitados para permitir el acceso a la colección, tampoco podremos ser de ninguna ayuda a terceros. Es una lástima, pero espero que tú y Jill Magid lo comprendan. Con los mejores deseos, Federica Zanco

Al afirmar que nunca se me negó el acceso a la Barragan Foundation, Zanco traza distinciones formales entre dicha fundación, la corporación Vitra y ella misma, como persona independiente. Al tomar esta postura (constantemente minada por el uso indistinto de sus direcciones de correo electrónico de la Barragan Foundation y Vitra) Zanco dice que hubo "una confusión en la comunicación relativa a diversas cuestiones". La carta anteriormente citada señalaba que "estaremos imposibilitados " -presumiblemente ella y el personal de la fundación- para permitir el acceso a la colección ni ser de ninguna ayuda a “terceros, pero en ningún momento apuntaba que la solicitud de visita haya sido enviada incorrectamente a la fundación. Tampoco señalaba que si hubiéramos contactado a otra de las identidades legales autónomas apoyadas por la corporación Vitra, o a ella como individuo, habríamos recibido una respuesta diferente. De acuerdo con las directrices presentadas en el sitio de internet de la Barragan Foundation en 2013, habíamos seguido el protocolo existente y se nos había negado el acceso.

(Nota: Entre el 18 de septiembre de 2016 y el 1 de octubre de 2016 —más de tres años después de contactar por vez primera a la Barragan Foundation—un documento titulado "Pautas para uso de la obra de Barragán" fue dispuesto para su descarga en la página principal de la fundación. Antes de ese momento, ningún documento parecido fue puesto a mi disposición.)

 

Además de lo que se me indicó en los correos electrónicos de Zanco, las únicas guías que recibí de la Barragan Foundation las obtuve en el año 2015 por Magnum Photos, una cooperativa fotográfica internacional, las cuales habían sido enviadas por la Barragan Foundation a Magnum, sin que fueran solicitadas. Magnum representa el patrimonio de Rene Burri, fotógrafo suizo que retrató la arquitectura de Barragán a finales de los años 60 y 70. El documento estaba dirigido a Magnum como una "institución involucrada en la producción y/o distribución de imágenes visuales de la obra de Luis Barragán" —en este caso las fotografías de Burri— y afirmó que "el uso del material solicitado sólo se permite con autorización por escrito de la Barragan Foundation". (Barragan Foundation Restrictions). La Barragan Foundation no posee el archivo fotográfico de la obra de Burri en relación con Barragán, pero aún así envió este aviso a Magnum, el cual, a su vez, me lo hizo llegar a mí.

 

Después de mi carta inicial, me dirigí a Zanco el 16 de septiembre de 2013, en una carta dirigida a ella en la Barragan Foundation. El asunto se refería a una exposición individual próxima que se celebraría en la galería Art in General de Nueva York. Después de recordar a Zanco que la había contactado previamente y describir el estado de mi investigación, escribí:

"Este noviembre tendré una exposición individual en Art in General en Nueva York, ahí mostraré obras que he realizado a partir de fotos y textos del archivo personal de Barragán. Te escribo para invitarte a curar una serie de piezas del archivo profesional de Barragán para que puedan ser exhibidas en la exposición". A continuación, sugerí piezas específicas y terminé con una invitación abierta: "Pero como conoces el archivo tan íntimamente, recibiré cualquier material que puedes ofrecer". Si estaba interesada en colaborar, le pedí que entregara las obras antes del 7 de noviembre. En ello no hacía ninguna exigencia. (Barragan Foundation Restrictions)

Zanco respondió a mi carta desde una cuenta de correo electrónico de la Barragan Foundation y negó cortésmente mi solicitud. Implicando una amenaza legal, añadió: "Aunque por supuesto tienes todo el derecho de exhibir objetos y documentos originales de cualquier colección, confío en que estarás al tanto de las posibles implicaciones de derechos de autor respecto a cualquier tipo de reproducción y harías efectivos los permisos, procedimientos y créditos obligatorios relacionados con las correspondientes sociedades hermanas de Prolitteris". Prolitteris es el administrador de derechos de autor de los objetos y documentos contenidos en el archivo profesional de Barragán.

Con el fin de trabajar dentro del marco de la ley, me pregunté cómo podría volver a presentar los materiales del archivo profesional sin infringir los derechos de autor de la Barragan Foundation. Las obras que desarrollé para esa exposición (todas las cuales se exhiben ahora en el MUAC) tomaron esa premisa como constricción. Estas constricciones son visibles en los libros enmarcados y por medio de los muebles diseñados por Barragán cubiertos con mantas, por ejemplo.

Si bien es cierto que recibí este correo electrónico, no fue como respuesta a mi reunión con ella del 31 de mayo de 2016. Más bien, ese correo electrónico fue enviado por Zanco desde una cuenta de correo electrónico de Vitra el 31 de octubre de 2013 en respuesta a mi exposición en Art in General. Este correo electrónico llegó tres días antes de que fuera publicado un artículo sobre la exposición en el New York Times, para el cual el periodista Randy Kennedy realizó una larga entrevista telefónica con Zanco

El correo electrónico que recibí de Zanco después de nuestra reunión el 31 de mayo de 2016 fue de una naturaleza diferente. Ese correo electrónico fue enviado desde una cuenta genérica de la Barragan Foundation el 7 de julio de 2016 y la mayor parte del mismo ha sido publicado en México, aunque yo no lo suministré a la prensa.  En él, Zanco afirma que he hecho de ella un personaje de ficción y por lo tanto, no tiene necesidad de responder a mi obra.

En resumen

En el transcurso de mi correspondencia con Zanco, sus respuestas por correo electrónico provienen de cuentas personales de Vitra, de cuentas genéricas de la Barragan Foundation en Vitra y de cuentas genéricas de la Barragan Foundation. Yo le escribía a la Barragan Foundation, ella respondía de su cuenta de Vitra y viceversa. Además, antes de la inauguración de otra de mis exposiciones en el Instituto de Arte de San Francisco en septiembre de 2016, Felhbaum le escribió al director del instituto a través de una cuenta de correo electrónico de Vitra pidiendo que se cambiara la información sobre la exposición. La confusión, o combinación, de estas diferentes entidades ilustra acerca de las redes de control que rodean a los archivos de Barragán y las leyes de propiedad intelectual que se utilizan para supervisarlas.

Por último, aunque Zanco insinuó en una entrevista reciente que nuestras correspondencias no siguieron protocolos normales o apropiados, este proyecto se ha prolongado durante cuatro años y ella ha sido una participante voluntaria. Zanco ha visitado mis exposiciones, ha respondido a las solicitudes de prensa desde 2013 y ha comentado mi trabajo durante todo el curso del proyecto. Me resulta sorprendente oírla decir ahora que no hice la solicitud a la fundación correctamente en 2013, sobre todo cuando seguí las instrucciones que aparecían en el sitio de la Barragan Foundation en ese momento.

El objetivo de Los Archivos Barragán siempre ha sido plantear preguntas sobre el legado artístico y los derechos de autor y cómo estos temas se relacionan con el acceso y control. Al continuar haciendo público este proyecto, lo que incluye presentarlo en instituciones como el MUAC, espero que permitamos a la obra hacer su labor.

 

Gracias,

Jill Magid

 

 

Texto publicado el 5 de mayo de 2017 en el blog Cubo Blanco del Periódico Excélsior.